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18,53 €O bien su libro sobre el peronismo, ese jeroglífico nacional: Qué es esto. Todo un título. Sin embargo, en sus inicios, Martínez Estrada tuvo fama de poeta. Y si bien al final de su vida dedicó esfuerzos a causas revolucionarias -en Cuba- y todavía tuvo tiempo de clavar la pica tercermundista, la obsesión de su vida fue la Argentina, a la que también llamó "Trapalanda", y ambos eran nombres de ficciones: de cuentos que terminan mal. Y cuentista él lo fue -publicó varios- y asimismo obras de teatro, y nos dejó una novela inconclusa, Conspiración en el país de Tata Batata. Nunca dejó de ser un creador de obras literarias y hasta cabe conjeturar que sus embestidas quijotescas contra todo y contra todos eran las de un descreador de leyes y países.